"Existe la voluntad por parte de la Oficina de convertirnos en la autoridad de protección de los alertadores"

Miguel Ángel Gimeno, director de Antifraude

Miguel Ángel Gimeno, director d'Antifrau

 

Antifraude lanza el primer número de su boletín. Con qué objetivo lo hace?

El objetivo que tiene la Oficina Antifraude de Cataluña, especialmente en materia de prevención, es que aquellas investigaciones, conductas, riesgos que averiguamos y entendemos, trasladarlos para que todas las instituciones y la sociedad sepan cuáles son y puedan actuar en consecuencia. Este es el primer objetivo que tiene un boletín que es digital y que se puede extender con mucha facilidad. Hay un segundo objetivo, coordinado con este primero, que es hacer una actuación de transparencia. Una actuación más de transparencia de la Oficina Antifraude. Todas las cosas que hacemos están en la página web pero ahora queremos ser más activos y poder llegar más a la ciudadanía con este boletín.

En el último barómetro de Antifraude que han presentado hace escasamente una semana y que aparece en este boletín la percepción de la corrupción por parte de la ciudadanía en Cataluña ha disminuido. Las personas que piensan que hay mucha o bastante corrupción en Cataluña han bajado este 2.020 hasta un 67%, una disminución notable si se compara con el 82,3% del 2014. Esto significa que las políticas públicas de lucha contra la corrupción están funcionando?

Tengo que reconocer que efectivamente ha mejorado la percepción de la corrupción, para que esta percepción de que en Cataluña hay mucha corrupción ha bajado de un 82% hasta un 67% en seis años. Pero, lo cierto es que tenemos que ser un poco distantes de estas percepciones, porque yo creo que un 67% tampoco es un porcentaje de lo que podamos estar muy contentos. Ha bajado efectivamente, pero la satisfacción sólo la tendremos en el momento en que esto se consolide. Que haya una tendencia a la baja es muy bueno, pero también cuenten que es una percepción y la percepción es muy frágil. La percepción puede ser variable. Consolidar esta línea es lo más importante para todos nosotros. Por lo tanto sí, es positivo. En realidad lo más importante es que la ciudadanía y las instituciones sepan que trabajar buscando una mayor integridad vale la pena.

Esta percepción se corresponde con la realidad, hay menos corrupción ahora que hace 10 años?

Tener datos objetivos de la corrupción es francamente complicado porque es un tipo de actividad, la corrupta, que se hace con toda la oscuridad y, por tanto, no se hace objetivación para poder cuantificarla y objetivarla de alguna manera. Pero si contamos con las actuaciones judiciales; si contamos la experiencia de la propia Oficina, que ya hace 10 años que está trabajando con investigaciones y que últimamente está gestionando un número muy importante de denuncias al año; si tenemos en cuenta también las comparativas de lo que es la integridad de las instituciones, y la relación que existe entre la fuerza de una institución y la corrupción; si tenemos en cuenta la percepción de la que hemos hablado antes, yo diría que efectivamente en estos momentos ha bajado la corrupción.

Otra cosa es que siguen existiendo irregularidades, pero yo creo que en este aspecto podríamos estar satisfechos. En cuanto ha bajado la corrupción? En la misma proporción que la percepción? En este sentido no me atrevo a hacer una afirmación rotunda. Lo que sí puedo decir es que tengan en cuenta que las noticias que salen habitualmente en los medios de comunicación son de un hecho que se produjo hace mucho tiempo y que se empezó a investigar ya hace muchos años. Por lo tanto, si miramos todo este conjunto, yo diría que sí. Me ratifico, ha bajado, yo creo que la corrupción ha bajado.

¿Cuáles son los principales proyectos de la Oficina Antifraude de Cataluña para los próximos años?

Antifraude el año 2019 hizo un plan estratégico sobre los ámbitos de corrupción, sobre lucha contra la corrupción en Cataluña, definiendo y detectando 15 ámbitos de corrupción. En estos 15 ámbitos de corrupción lo que nosotros comprobamos es que hay actuaciones en materia de contratación que eran importantes. Por lo tanto, ya elaboramos un extenso trabajo sobre la corrupción en la contratación pública, un trabajo muy minucioso que ha necesitado una guía interactiva. Como es una práctica habitual, ya que es un compromiso de la Oficina Antifraude, no hay trabajo que detecte riesgos que no vaya acompañado de unas propuestas, de unas recomendaciones de cómo actuar para que estos riesgos no se conviertan después en un acto de corrupción. Por lo tanto, este es uno de los trabajos que ha sido más importante.

En materia de conflictos de interés, que es otra área de riesgo de las que está en la mayor parte de las actividades que se pueden producir, tenemos un trabajo muy bueno hecho en 2017, que ahora estamos acompañado de una guía también interactiva. Otro proyecto muy importante en esta línea, que hacemos en colaboración con varias universidades del ámbito de Cataluña, del ámbito de España y también del ámbito europeo, es el que se refiere al ámbito de integridad de las empresas públicas. En Cataluña, lo hacemos con la colaboración de unas 25-30 empresas públicas de las más importantes. Este trabajo aún está en una fase intermedia, todavía tenemos que hacer más actuaciones, pero es realmente muy relevante. Sobre todo, y especialmente si tenemos en cuenta que ahora, con la situación actual que tenemos con la Covidien-19, con los fondos que prometen que llegarán y la gestión que se tendrá que hacer, es importante que la integridad en las empresas públicas sea ​​real.

Y, finalmente, también diría que estamos a los primeros pasos de una modernización, en el sentido de que hemos creado un área de inteligencia basada en el análisis de datos. Estamos en los primeros pasos pero ya se ha creado. Seguramente tardaremos algún tiempo en que sea más operativa y podamos sacar resultados, pero en cualquier caso es imposible pensar a medio plazo si no se utilizan las herramientas informáticas.

Una de las políticas de la Oficina Antifraude de Cataluña también es la protección de los alertadores, sobre todo ahora que se está trabajando con la transposición de la Directiva Europea a la legislación tanto del Estado español como de Cataluña.

Antifraude en sus normas de régimen interior tiene un mandato según el cual se debe proteger a los alertadores. Y es que la figura del alertador es básica para que funcionen los canales de denuncia, para que funcione esta integridad de la que hablamos tanto en el ámbito de la contratación como en el ámbito de la integridad de las empresas públicas. En prácticamente todos los ámbitos, es muy transversal. y, efectivamente hemos trabajado con la elaboración de estudios sobre la Directiva, que ya está en vigor, y de las leyes de transposición. En este momento, estamos trabajando con la ley de transposición colaborando con otras oficinas anticorrupción de España y dando nuestra visión al Ministerio de Justicia. Existe la voluntad por parte de Antifraude de convertirnos en la autoridad de protección de los alertadores. Este es también uno de los proyectos de futuro, de futuro inmediato, porque ley de transposición no puede tardar mucho más. Y también la ley que está en el Parlamento de Cataluña, que en estos momentos está con una marcha un poco lenta, pero que en todo caso supongo que en una próxima legislatura será definitiva.

En último término, hace poco que han presentado su memoria en el Parlamento de Cataluña y una de las cifras que aumenta de manera exponencial son las denuncias. También las investigaciones, pero la cifra de denuncias destaca especialmente. Esto significa que la ciudadanía de Cataluña confía cada vez más en la Oficina Antifraude?

Es cierto que en los últimos cuatro años entran muchas más denuncias de las que llegaban al principio. Incluso en años de crisis como es éste, que hemos trabajado prácticamente todo el año en circunstancias de no normalidad y pensábamos que bajaría el número de denuncias, que tendría alguna afectación, no ha sido así. En este momento podemos decir que tenemos el mismo número de denuncias que el año pasado en estas fechas. Y presumimos que acabaremos, como el año pasado, con alrededor de las 300 denuncias. Es verdad que algunas veces estas denuncias no son competencia de la Oficina, pero la ciudadanía ya sabe que la Oficina cuando recibe una denuncia de un hecho que no es competencia propia, lo reenvía a aquella autoridad que es la competente. Además, incluso pedimos que nos comuniquen cuál será el resultado final cuando sea el momento en que se resuelva por parte de la autoridad competente. Por lo tanto, la ciudadanía sabe perfectamente que no hay ninguna denuncia dirigida a la Oficina Antifraude que no tenga un trámite que intente darle la solución que sea posible.