La Oficina de las Islas Baleares presentó su encuesta ciudadana sobre percepción de la corrupción, los resultados dicen que el 54,5% de los encuestados entienden que hay un nivel de corrupción alto o muy alto, ¿cree que la percepción de la corrupción en Baleares se corresponde con la realidad?
Yo creo que no, creo que la percepción de la ciudadanía está contaminada por lo ocurrido en los últimos 15 años y por las noticias que salen, no sólo de Baleares, sino del resto del estado e internacionales, como la reforma del piso de Boris Johnson, por ejemplo, y algunos otros casos más que salen de Francia. Puede dar la sensación de que cuando pueden, los políticos tienden a corromperse. Pero yo creo que la realidad no es tan grave como las personas pueden percibir. Hay medios que tienen cierta tendencia a publicar este tipo de noticias llamativas para que la gente compre el producto, que es el diario. Por lo tanto, temas más leves o más benévolos como podrían ser los proyectos de prevención no venden tanto como un caso de malas prácticas. Esto hace que la gente vaya sintiendo constantemente este tipo de noticias y les haga pensar que la cosa está muy extendida, cuando la realidad no es tan grave.
Un 46,1% de los encuestados dice que han sido víctimas o testigos de actos de corrupción, ¿este dato corresponde a la realidad?
Creo que este dato está también influido por el resto de preguntas que hacíamos en la encuesta. Había preguntas dónde pedíamos si "usted considera que es un acto de corrupción saltarse las listas de espera en la sanidad", por ejemplo, que un policía no le ponga la multa a un amigo, o que un funcionario utilice recursos públicos para fines privados, como el teléfono, la fotocopiadora o los bolígrafos; o que un funcionario acelerara trámites para beneficiar algún amigo; o que un alto cargo aceptara una caja de vino de un empresario. Como la definición de corrupción no la poníamos en la encuesta, la gente ha contestado pensando en estas malas prácticas, no lo que realmente nosotros entendemos por corrupción, como aceptar sobornos para construir un hospital o una carretera, por ejemplo. Por eso cuando dicen "usted ha sido testigo de un acto de corrupción", creo que es porque estas pequeñas cosas todos las hemos vivido en primera persona. El empadronarte en una vivienda para conseguir una plaza en un centro escolar es algo que es bastante común, por lo tanto si lo pones en contexto sí puede ser que la gente piense que ha sido víctima o testigo de un acto de corrupción, pero hablando de corrupción en este sentido tan amplio.
La ciudadanía en la encuesta sí se muestra dispuesta a implicarse en la lucha contra la corrupción, esto es una buena noticia, habría un cierto paralelismo con los frenos que encuentra la ciudadanía en Baleares y Cataluña, ¿que hay que hacer para animar a los potenciales alertadores? ¿Los canales de denuncia son seguros y fáciles?
Lo que tenemos que potenciar es la denuncia anónima. En la legislación que puso en marcha la Unión Europea y en España, debería haberse pensado al revés. Se debería facilitar al máximo la denuncia anónima y proteger al denunciante. Pero dicha legislación pone en marcha una maquinaria donde estás identificado porque lo has puesto en conocimiento de la oficina que sea, sabiendo que te pueden llamar, que te pueden pedir información o pueden requerir que hagas de testigo en el juzgado. Todos estos elementos, aunque haya un ámbito de protección, tiran hacia atrás. Por eso la denuncia anónima es fantástica para denunciar cualquier tipo de mala práctica. Los canales que tenemos son seguros, sí. Es cierto que no empleamos la misma herramienta tecnológica que emplea la Oficina Antifraude de Cataluña o en la de Valencia, con el programa Tor. Pero dejamos la posibilidad de que cualquier persona, llenando el cuestionario de denuncia anónima, pueda presentar documentación. Es cierto que la IP queda registrada pero nosotros nunca haremos un seguimiento de IPs.
Hablaba usted de denuncia anónima, hablábamos de la percepción de la ciudadanía. Ahora hablamos de la realidad, hace un par de meses presentaron la memoria anual al Parlamento. Hay que decir que a pesar de ser un año de pandemia tiene buenas cifras, sobre todo si nos fijamos con el número de denuncias, que ha tenido un incremento del 52%, ¿esto se traslada en que la ciudadanía confía aún más en su oficina?
Sí, cada vez estamos más presentes dentro de la sociedad. También es cierto que las noticias que van surgiendo en torno a la Oficina nos facilitan esta promoción sobre quiénes somos y qué es lo que hacemos. Por otra parte, la mayoría de las denuncias se han presentado por medios electrónicos, tanto las anónimas como las de identificación. Las personas que vienen físicamente a poner una denuncia son pocas, por lo tanto, aunque estemos en pandemia y en confinamiento domiciliario los canales electrónicos siempre han estado abiertos. Por ejemplo, todo el tema de la vacunación que se ha dado en cargos públicos nos ha dado mucha visibilidad porque los medios de comunicación se han hecho mucho eco de este hecho. La Oficina también se postuló para investigar estos hechos porque tenemos las competencias, como también hizo la Oficina de Cataluña, y esto nos ha permitido visibilizar más nuestro trabajo.
Ha hablado antes de algunos casos de actualidad en Baleares, en el momento que comenzaron las vacunaciones su oficina comenzó una investigación sobre posibles irregularidades en los turnos de vacunación, ¿es así?
Sí, de hecho recibimos dos denuncias de grupos políticos, una de un ayuntamiento y la otra del Parlamento, y comenzamos las investigaciones. Ahora estamos investigando la información que nos ha llegado y continuamos haciendo requerimientos, porque hay datos que se deben completar.
Por lo que usted contaba se denota que la Oficina que usted dirige es independiente del Gobierno, sino no podría trabajar adecuadamente. ¿Es esta independencia la que también da confianza a la ciudadanía para dirigirse a la Oficina y hacer la denuncia?
Sí, creo que es básico, de hecho hemos tenido algún enfrentamiento con la Sindicatura de Cuentas de Baleares ... Y si alguien pensaba que la Oficina podía tener visos de tendencia o de acercamiento hacia algún partido político, con todas las investigaciones que hemos llevado a cabo se demuestra que es totalmente autónoma e independiente.
Esta confianza no es gratuita, genera más trabajo en la oficina que dirige, ¿tienen suficientes recursos e instrumentos para desarrollar este trabajo que se ha visto incrementado?
Pues no, empezamos el año 2018 y sólo trabajaba yo como funcionario en activo en la oficina, el primer personal que se incorporó fue a mediados del 2019. Es cierto que en un primer momento era difícil saber qué carga de trabajo implicaba el análisis de las denuncias y las investigaciones que se podrían llevar a cabo. Llegó la pandemia y el proceso de investigación se ha hecho un poco más lento, sobre todo porque a la hora de requerir no había plazos para las respuestas y se ha alargado el proceso. También nos hemos encontrado con algunas investigaciones que nos han supuesto muchísimo tiempo. Por ejemplo, tenemos una que los trámites de audiencia serán de 12 a 15 personas. Esto implica 12 tramitaciones, 12 contestaciones de personas que se defienden con uñas, hachas y cuchillos, y son páginas y páginas de información que se deben leer y que también debemos responder después. Todo esto hace que no sepas por donde irá la investigación y se puede alargar. Por eso hay más personal, ya comenté en la memoria del Parlamento que necesitamos al menos dos personas en el área de investigación. También es cierto que somos una Oficina austera, ya que los recursos públicos deben ser lo más eficientes posibles porque a la gente les supone mucho esfuerzo pagar impuestos por el gasto público. Esto implica sacar el máximo rendimiento posible con el menor personal posible. Con este difícil equilibrio debemos estar.
Ustedes que tienen una Oficina de más reciente creación que la catalana, ¿tienen unos instrumentos más modernos para luchar contra la corrupción y las irregularidades?
Nosotros necesitaríamos un sistema de alertas, cuando yo empecé había el sistema de la Generalitat valenciana, el Saler. Al principio parecía que tendría una proyección bastante más potente de la que ha tenido finalmente. Colaboramos con ellos para introducir los algoritmos que tenía que hacer este programa y tenía muy buena pinta pero quedó en nada. Sé que la Oficina Antifraude de Cataluña tiene también un proyecto tecnológico para llevar adelante los temas de cruce de datos. A ver si nuestra Oficina puede seguir con este desarrollo tecnológico, que es muy importante para oficinas como las nuestras. Porque hay algunas denuncias que pueden tener mucho jugo, pero hay muchas otras en que estás 50 horas trabajando en ese expediente y debe terminar con un archivo porque no se puede acreditar nada de lo que dice el denunciante, porque no era una denuncia calificada. Creo que una tecnología que permita a las oficinas este cruce de datos, de contratos, de personal, puede ser muy importante.
Uno de los proyectos punteros de la Oficina de las Islas Baleares es el simulador de conflictos de interés, ¿como ha sido recibido por los funcionarios? ¿Cómo está funcionando?
No tenemos feedback directo, nadie nos ha comentado nada específicamente sobre el simulador. Pero vemos que cada día entre cinco y diez personas lo emplean. Esto hace pensar que es una herramienta que puede ser útil. Al finalizar, existe la posibilidad de pedir resolver dudas o asesoramiento hacia los funcionarios, sólo hemos tenido dos consultas desde el año pasado. Pero el simulador se está empleando, sí.
Continuando con la prevención, ¿qué proyectos destacaría?
Nosotros somos la única Oficina de las creadas en el estado que se encarga de la protección del registro de declaraciones patrimoniales de intereses y actividades de los cargos públicos, este es un trabajo que ocupa el 60% del tiempo del área de prevención. Es un formulario que creamos en 2019 y funciona de manera telemática, los cargos públicos con un certificado digital acceden y llenan las preguntas. Luego está la parte de gestión de estos datos, de 1.580 cargos públicos en Baleares, contando la comunidad autónoma, ayuntamientos y consejos insulares y eso nos lleva mucho trabajo. Para prevenir los conflictos de interés es importante, para nosotros es un proyecto de los más importantes dentro del área de prevención que no tienen ni la oficina catalana ni la valenciana. Después estamos muy ilusionados en un proyecto educativo, que la hemos diseñado íntegramente en la oficina para que lo utilicen los profesores de secundaria y de bachillerato, de todas las escuelas de Baleares. Son módulos enfocados a los profesores para que puedan profundizar en todos los temas de integridad, ética pública, honestidad, etc. Aún así nos prestamos a hacer charlas en las escuelas, de hecho ya hemos hecho 24. La semana pasada estuvimos en la isla de Ibiza, donde es la primera vez que nos lo piden. Aparte de este proyecto para los adolescentes, tenemos otro para los funcionarios públicos, que es un módulo de liderazgo ético de integridad institucional para directivos públicos. Esta semana hemos empezado la primera sesión, es online para 30 personas, pero se han apuntado 187 así que haremos otras sesiones este año y el próximo. También tenemos previsto un curso de experto universitario en materias de prevención y lucha contra la corrupción. Hace un mes constituimos un observatorio ciudadano a favor de la transparencia y la ética pública en las Islas Baleares, donde invitábamos a cualquier entidad sin ánimo de lucro que quiera cumplir y promocionar estos objetivos del observatorio a que se pueda adherir. Tenemos un proyecto con la Pyme para trasladar los temas de prevención de la corrupción en las pequeñas y medianas empresas, que son normalmente las contratistas con las administraciones y las que reciben subvenciones. También hemos elaborado una Guía de gestión de riesgos para los organismos públicos, a ver si lo somos capaces de trasladarla en la línea informática para hacer más fácil su utilización por parte de secretarios e interventores.
¿Y en la parte de investigación?
Nos gustaría tener un sistema de alertas tempranas, un Saler, como hemos comentado antes. También tenemos un proyecto para todos los informes que llegan de la Sindicatura de Cuentas y del Tribunal de Cuentas para profundizar un poco más, porque hay algunos informes de la Sindicatura que se acaban con unas determinadas recomendaciones pero no hacen un paso más adelante que sí podríamos hacer nosotros.
¿Cuáles son sus principales objetivos antes de terminar mandato?
Me parece que los he contado todos, ahora toca poner en marcha los que aún no lo están y continuar en los próximos años los que sí lo están. De momento, creo que el proyecto que más nos está costando llevar a la práctica y que es fundamental es una herramienta informática que sea capaz de detectar indicios de malas prácticas o de corrupción. La Comisión Nacional de Mercados de la Competencia tiene una herramienta que explota la base de datos de la plataforma de contratación del sector público, aunque está enfocada hacia la detección de cárteles que vulneran la competencia en la contratación pública. Tuvimos una reunión con ellos para ver si nosotros podíamos explotar esta herramienta que tienen para detectar malas prácticas o casos de fraccionamiento de contratos, básicamente, en nuestro ámbito. Todavía estamos en conversaciones con ellos.