Órganos de control Los órganos de control abordan las herramientas que garantizan la eficacia de las herramientas de detección y gestión anteriores. En el ámbito preventivo de los conflictos de interés, la función de los órganos de control es detectar los incumplimientos de las reglas del riesgo de conflictos de interés en que incurra un servidor público y, en su caso, corregirlos. Por tanto, garantizan la aplicación y la eficacia de las diferentes herramientas de prevención de los conflictos de interés reguladas actualmente (las declaraciones de intereses, la regulación de segundas ocupaciones, las limitaciones postcàrrec o el deber de abstención). Además, dadas la especialización y la experiencia en este ámbito, los órganos de control pueden ofrecer asesoramiento en esta materia. En el ámbito contingente, los órganos de control investigan también las actuaciones parciales del servidor público, es decir, influenciadas o sesgadas por un interés particular (actos de corrupción). La independencia es una de las características esenciales para que los órganos de control puedan ejercer sus funciones de manera eficaz y sin influencias indebidas. En este sentido, la independencia no es un fin en sí misma, sino una garantía de posición al servicio de la imparcialidad con que se han de cumplir las funciones asignadas. Estos órganos cumplen sus funciones insertados en las mismas organizaciones (control interno) o desde fuera (control externo), vinculados con el poder ejecutivo o legislativo, según el caso. La ubicación institucional de estos órganos es un factor determinante para la independencia y la eficacia del cumplimiento de las funciones asignadas, pero no el único. Así, también son factores determinantes el sistema de elección y la posible remoción de sus responsables y la autonomía organizativa y presupuestaria con que hayan sido dotados (recursos materiales y humanos especializados). La percepción de eficacia de estos órganos en el control del cumplimiento de las herramientas de prevención de los conflictos de interés y la certeza de una respuesta sancionadora disuaden del incumplimiento.